En la ciudad de Bogotá el modelo de transporte debe cambiar, y ese cambio debe ser ambientalmente sostenible. Por lo que propongo la utilización de los medios de transporte de energía no fósiles, lo que nos permitirá como ciudad ser más amigables con el medio ambiente y con nosotros mismos.
Los efectos del modelo de transporte que tiene hoy la ciudad son nefastos en todos los términos. Los problemas respiratorios de los niños son supremamente graves, la contaminación del medio ambiente por parte del servicio público, motos de dos y cuatro tiempos y carros particulares, están condenando a la ciudad a una contaminación descontrolada que ya no tiene retroceso. Las dificultades en movilidad por el exceso de carros y la venta descontrolada de carros por parte de los concesionarios de vehículos, a causa de un sistema como el pico y placa con una externalidades negativas para la ciudad gravísimas.
Ahora bien, la forma de cambian estos efectos es cambiar el modelo completamente. El cual se debe hacer desde las causas directas e indirectas del problema, generando la propuesta de movilidad sostenible. El enfoque de esta se debe ver en diferentes perspectivas, de corto, mediano y largo plazo. Como la crisis de las ciclorutas, la inexistencia de parqueaderos habilitados para las bicicletas, los problemas ambientales que podría reparar este medio de transporte, la descongestión del espacio público por parte de los carro (1 carro es equivalente a 6 bicicletas), y por último la concepción cultural del cuidado del ciclista en la vía por parte de todos los actores que se movilizan.
En las siguientes entradas se entrara a plantear como modificar cada una de las causas directas en indirectas más detenidamente.
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